Dejamos de hablarnos, dejamos de saber el uno del otro…
Simplemen (te) dejé que el tiempo transcurriera en mi
cabeza como una máquina que descose la tela fina de un amor eterno,
no pude evitarlo, el tiempo apremia,
no pude contener la nostalgia al darme cuenta que ya (te)
habías ido…
Lloré en las noches de lluvia, reí con ella para que me
acompañaran
para que cantáramos juntas más que saudade, adiós,
despedida…
Dejé de sentir (te), de emocionarme, de elevarme con sueños
a la eternidad de nuestro amor lejano,
Dejé que pasaran risas como mariposas, pero con la
delicada euforia que me mostraba las mentiras, mi mentira, mis vacios.
Fui dejando (te) que los espacios memorables se bañaran
de tonos vacios,
Vacios para tan llenos como mis múltiples listas de
deseos irrealizados, realizables pero nunca escritos y siempre entre sueños…
No pude evitar pensar (te) en mi habitación
Tan cerca de mí, tus libros, mi música, tú, nosotros.
Lloré en las noches de lluvia para que me acompañaran
con la música que se deslizaba gota a gota
golpeando mis mejillas….
Dejamos de hablarnos, dejamos de saber el uno del otro…
Dejé de saber (te)…
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